lunes, 7 de septiembre de 2009

Burundi tiene una Reina...! (2ª parte)


Que nos regala ...


... ¡El paraíso de la paz!



Burundi es un país muy hermoso,


lleno de hermosos paisajes,


con gente en su mayoría campesina, muy acogedora.


Dicen que justamente por eso, el diablo estaba envidioso y se metió a sembrar la cizaña.


El odio debería entrar en los corazones y destruir este bello paraíso.

En medio de esta crisis fratricida, en 1994, surgió en Burundi una fuente de gracias.


Se trataba del santuario de la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt en Monte Sión Gikungu, Bujumbura. Ella fue ganando los corazones poco a poco para hacer triunfar una corriente de paz a nivel de todo el país.



Como burundeses nos propusimos coronar a María como "Reina de la Paz", para pedir esa Paz, como un don del cielo.



Pero también nos propusimos el trabajar por la paz, como auténticos hijos de Dios y servidores de María, Reina de la Paz.


"... Y cantarán mientras danzan:
« Todas mis fuentes están en ti. » "

(Salmo 86, 7)



Una de las labores propuestas fue difundir los valores de la paz y la reconciliación a través de nuestras actividades preferidas: el canto y la danza. Creemos firmemente que en el paraíso celestial cantaremos y danzaremos como hermanos, felices, alrededor de nuestro Dios. Es la alegría de un corazón reconciliado. Ese paraíso debe comenzar desde ya, ¡aquí y ahora!

Esa tarde del 14 de agosto nuestros jóvenes ofrecieron a nuestra Madre, en la gran iglesia de la Stma. Trinidad, un programa de danzas y cantos en favor de la paz. Había una muchedumbre de 10.000 personas (que al día siguiente llegarían a ser 30.000).


Queremos destacar que junto a nosotros había también hermanos venidos desde Tanzania, Ruanda, Congo, junto a dos delegaciones de Europa: una de Suiza y otra de España.

Veamos entonces algunas de las fotos y videos del programa de nuestros jóvenes:



Este es un baile tradicional: el « Umuyebe » de la región de la llanura de Burundi, junto al lago Tangañika. Las palabras de esta danza nos estimulan a luchar por la paz.


Estas bellas niñas nos piden en esta danza ...


... que nos inspiremos en la oración del "Padre Nuestro", que seamos clementes con nuestro prójimo y perdonemos, así como nuestro Dios nos perdona.


Esta danza se llama "Utunuma", es decir, "Palomas".


El coro Santa Familia nos invita en su danza: « Enviad las palomas de la paz ...


... a anunciar por todas partes el mensaje de paz ...


... y a enterrar la división, el odio, la envidia.

(Pueden ver un pequeño extracto de esta danza en video más abajo)


El coro San Martín nos dice en su canto : "La paz es fundamental para el desarrollo de un país."


Los españoles nos alegraron con su presencia, su compromiso, ...


... y su belleza y simpatía.


Los suizos también nos alegraron. Ellos son siempre fieles con nosotros ...


Y ellos nos presentaron también cantos de su cultura.
En
la foto: Manuela Bernasconi canta el típico "Yodler" con una voz muy bella.

Deléitense
Uds. mismos escuchándola en el video a continuación.



Manuela Bernasconi canta el típico "Yodler" de Suiza.


Aquí tienen la danza "Utunuma" (Palomas), presentada por el Coro "Santa Familia":


* Nota: los hermanos que estuvieron presentes echarán de menos más de algún coro. Sin embargo, he tratado más bien de hacer una selección. Que me perdonen aquellos que no aparecieron en el blog.

***

Pero para que Uds. no pierdan la sonrisa, quiero decirles adiós a través de un personaje que para nosotros es bien querido y simpático. Se trata de Angelbert Chikere (de Nigeria). El es seminarista de nuestra comunidad y estuvo con nosotros casi un año. Acaba de volver a Nigeria justo después de la coronación.

Y qué nos dice?

La paz?
Qué es la paz?

La paz es maravillosa!
The peace is wonderful !!!


(photo du 14/08/09)
And good bye my friends!!!
Hasta la próxima !!!


(pronto continuará la 3ª y última parte de este artículo sobre la coronación) ...

viernes, 28 de agosto de 2009

¡Burundi tiene una Reina ... ! (1ª parte)


... ¡Una Reina de la Paz y de la Reconciliación !




Por fin llegó el día tan anhelado ... ¡el 15 de agosto! ... después de 3 años de preparación. Queríamos coronar a María como Reina de la Paz y de la Reconciliación. He aquí un pueblo que daba frutos de conversión.



Toda la ciudad de Bujumbura, la capital de Burundi, estaba conmovida. Ya el día anterior (viernes 14 de agosto) 10.000 personas se encontraban congregadas alrededor del santuario de nuestra Madre. El 15 mismo, el número de fieles creció considerablemente llegando a las ¡30.000 personas! Cada vez que uno debía pasar de un lado a otro en nuestro terreno, teníamos grandes dificultades, pues no hallábamos donde poner el pie, a causa de la multitud.


Aspectos de la multitud de ese día 14 de agosto: el Movimiento de Schoenstatt y sus banderas.


Las mamás.


Los niños siempre juegan.


Los hombres más viejos, orgullosos de venir a esta fiesta.


Aspectos de las multitudes sobre el césped.

Había todo tipo de gente de ambos sexos: niños, jóvenes y adultos, pobres y ricos, gente de las distintas provincias del país y gente de los países vecinos: del Congo, de Ruanda y de Tanzania. Llegaban apretados como sardinas en camiones, buses, y a pie.


Venir a pie: No importaba el sacrificio, con tal de saludar a nuestra Madre y Reina.

Era conmovedor ver las gentes humildes, con ropas descoloridas, con simples hawaianas en los pies junto a las gentes elegantes. Todos eran un solo corazón, todos estaban unidos en tres cosas: querían agradecer, pedir gracias y contribuir con las ofrendas de sus corazones a María, Madre y Reina.


Imagen de María en la Iglesia: en kirundi está escrito: Reina de la Paz, ruega por nosotros.

Nadie quería ahorrar sacrificios con tal de estar junto a nuestra Madre en este momento tan importante para ella: ¡su coronación!

Los organizadores habían hecho todo lo posible para servir a la gente de la mejor manera: para tener el agua necesaria, para mejorar los baños, etc.


El equipo de la Cruz Roja, contento de servir.

Yo pensaba: cuantas veces en estos 13 años vividos en Burundi, cuantas veces, en este mismo lugar, yo vi miles y miles de personas, huyendo de las balas y de la muerte. En ese tiempo, la gente buscaba un refugio donde nuestra Madre. Nuestro santuario no tenía armas que ofrecer, pero tenía algo (o más bien "alguien") que para el pueblo era mucho más importante: María, con su Divino Niño en los brazos. Ella era capaz de ofrecer protección, y los hechos probaron que la intuición popular era cierta. María era una madre llena de amor, pero a la vez, era fuerte y poderosa.


Miles y miles de refugiados: foto de julio 2003, delante del Santuario.


En 2003: en medio de los refugiados: una madre con su hijo.

Ahora, ese mismo pueblo, quería agradecer a la Virgen por la protección recibida durante tantos años. Toda esta multitud venía para ofrecerse, con el objetivo de construir una nación nueva, un pueblo de hermanos, donde cada uno pueda tener pan, respeto y alegría.

Coronar a María significaba ponerse a disposición de la Reina para construir su reino, el reino de su Hijo Jesús.


La corona que le regalamos a María llevaba 3 signos importantes:
  1. El tambor con los colores de la bandera nacional. Tambor es signo del reino, del poder político. Ahí debe comenzar la conversión.
  2. Los anillos matrimoniales: signos de la familia. Figura clave en la conversión del país.
  3. La vasija de greda con 3 pajitas para tomar juntos la bebida, según la costumbre tradicional. Signo de la amistad y reconciliación.

La tarde de ese 14 de agosto, se podía ver como esta multitud inmensa oraba alrededor del santuario. Se notaba claramente que para la gente, esto no era una excursión, sino una peregrinación. Estos peregrinos habían venido a rezar y todo el mundo se daba cuenta de ello, sin duda alguna.



Las filas alrededor de los sacerdotes que confesaban eran enormes. Los sacerdotes que ayudaban para ofrecer el sacramento de la reconciliación no daban abasto para acoger a tanta gente.



Realmente era emocionante el ver este espectáculo: en un país antaño dividido por el odio, ahora eran multitudes que venían al santuario de nuestra Madre María con el fin de encontrar una conversión sincera delante de Dios. Por ello podemos decir ahora que ... ¡la estrella de la esperanza se eleva sobre el cielo de Burundi! De una conversión sincera, solo podemos esperar buenos frutos.


Misioneros de la Virgen Peregrina. Son miles y miles las familias que visita la imagen de la Virgen Peregrina evangelizando los hogares. En esta ocasión estas mismas familias venían a devolverle la visita a la Virgen.


Dos delegaciones vinieron a visitarnos: una de Suiza y otra de España (en la foto). En total más de 20 personas de estos dos países de Europa vinieron para acompañarnos y para saludar a nuestra Madre en el momento de su coronación.
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(Bueno, y hasta aquí por hoy día. Aún queda mucho más que contar. Pronto ... ¡continuará! ...)

lunes, 10 de agosto de 2009

Estaban en la calle ...




... y ahora tienen un hogar!



El tiempo pasa rápido, la coronación de nuestra Madre en nuestro santuario se acerca (el 15 de agosto), sin embargo antes de este acontecimiento me interesa contarles un suceso
importante para que después no sea demasiado tarde. He aquí lo que quiero contarles:



Inauguración de la Casa de María Ayuda en Burundi
para los niños de la calle


Fue una gran alegría la que tuvimos el pasado sábado 4 de julio. Después de muchos esfuerzos, por fin pudimos inaugurar una casa, donde pueden albergarse 15 niños que antes estaban en la calle. Ellos se bautizaron a sí mismo como "Los niños de María".

Les cuento un poco la historia:
Todo comenzó en 2006. Padre Déo, burundés de nacionalidad, fundador de María Ayuda aquí en Burundi, había llegado de un viaje de experiencias pastorales que le había permitido estar en Chile, Argentina y Paraguay. Venía muy contento, lleno de ideales y con ganas de entusiasmar a todo el mundo. El decía: Es posible soñar con un mundo mejor. Los burundeses no estamos condenados a vivir siempre en la miseria, llenos de problemas. Nosotros mismos podemos hacer mucho por cambiar todo esto.



Fue así como en su corazón germinaba una institución que llamaría a la solidaridad de todos los burundeses para luchar por un mundo nuevo, por un país mejor. Finalmente esta organización recibió su nombre: "Mariya Arafasha" ("María Ayuda" en español). A partir de su santuario de Schoenstatt, la Virgen, como Madre de todos, llamaba a los burundeses a unirse en acción solidaria para cambiar el país – después de más de 10 años de crisis fratricida – en un país de hermanos.
Así fue como, fruto de múltiples conversaciones con muchos laicos generosos, se consolidaron los objetivos de María Ayuda.


Dos mamás que apoyan entusiastamente nuestra obra con los niños.

Los objetivos de María Ayuda eran, por lo tanto, tres:

1º La ayuda social directa: ésta era a la vez de 3 tipos:
  1. Los niños de la calle: poder sacarlos de ese ambiente, darles educación, preocuparse de salvar sus familias, etc.
  2. Los jóvenes: darles sobretodo acceso a la educación, becas, seguros de salud, etc.
  3. Talleres para aprender un oficio: costura, carpintería, etc.
2º La educación: desarrollar escuelas, con miras a dar educación de calidad a los más pobres.

3º La paz y la reconciliación: éste es un punto neurálgico del país, y por ello, hay que realizar muchas acciones de promoción de estos valores tan necesitados. Para ello se utliizará el canto, el teatro, la danza, etc.

Lo que aquí se ve tan sistemático, tiene en verdad sus raíces en la vida. Dios nos habla a través de los acontecimientos.

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Por ejemplo, hoy día sólo les hablaré cómo se originó el trabajo con los niños de la calle:

Un buen día, Padre Deo asistió a un funeral, y según la costumbre, después de la misa, todo el mundo estaba invitado a una recepción en la ciudad, donde se ofrecía algo para beber.

Vino ahí un chico que metió la mano en el bolsillo de la chaqueta de P. Deo, sin que éste se diera cuenta, y le robó su teléfono portable. Esto desencadenó una serie de averiguaciones y conversaciones con estos chicos de la parte de P. Deo.

El les decía: tienen que encontrar ese teléfono, aquel que lo tiene no podrá prosperar, pues ese teléfono está dedicado a la Virgen (tenía la imagen de la Madre Tres Veces Admirable en la pantalla).

Finalmente los chicos logran que aquel que robó el teléfono lo devuelva. P. Deo les habla al corazón y les dice que deberían hacer algo para cambiar de vida. Ellos le piden que los ayude a cambiar. El los lleva al santuario de la Madre tres veces Admirable de Schoenstatt en Monte Sión Gikungu, y así poco a poco comienzan a ser amigos.

Sin embargo, los chicos son muchos, y no hay una casa para ellos.
Por ese tiempo (noviembre 2006), quiso el buen Dios que llegara donde nosotros Joaquín Zuazo.


Joaquín Suazo en 2006, junto a una de las playas del lago Tangañika.
(Nota: hasta el día de hoy está "soltero y sin compromiso" ..., ¡je,je! ¿qué irá a pasar?)

El venía desde España con un deseo de ayudar a los pobres. Había vivido antes una vida desorientada, y en el Santuario de Schoenstatt de Madrid (con la ayuda de un sacerdote: P. Carlos Padilla) había encontrado una conversión para su vida. Pide permiso de dos meses en su trabajo, y viene a conocer Burundi, más específicamente el lugar donde trabajan los Padres de Schoenstatt.


Joaquín Zuazo, en 2006, junto a las Hermanas Bene Mariya (comunidad fundada en Burundi). Ellas son nuestras fieles colaboradoras en el Santuario de Monte Sión Gikungu.

Al tener el contacto con esta realidad, la idea de hacer algo por los niños de la calle le toca al corazón. Vuelve a España, y hace múltiples acciones para juntar dinero con un solo fin: construir un hogar para estos niños.


Joaquín Zuazo, en 2008, con los niños. Ya de vuelta a Burundi.

Finalmente en Enero de 2008 regresa a Burundi con los fondos necesarios para construir este tan anhelado hogar.


Procesión de las ofrendas con los niños, en el día del 2º aniversario de la fundación Mariya Arafasha (Maria Ayuda).


... Y no podía faltar el "loco" (Joaquín) que se metió en la foto! ...

Y... bueno, he aquí que (más o menos) un año y medio después, el famoso hogar puede ser inaugurado. Son muchos los que han ayudado para que este hogar (y no sólo la casa) sea realidad. Hay benefactores y voluntarios del mismo Burundi, de Suiza, de España, del Lions Club de Liechtenstein, de Alemania, de Chile, etc. ¡A ellos todos mil gracias, y nuestras oraciones para que Dios los bendiga!


Un "niño de María" lee una petición en la misa del 2º aniversario de María Ayuda - Burundi.

Los chicos han vivido un tiempo en una casa de retiro, otro tiempo en una casa de pobres, otro tiempo en una carpa, otro tiempo en la casa que se estaba construyendo, etc. Por fin ahora pueden decir, ¡nuestra casa está lista! Evidentemente que durante todo este tiempo no han perdido el tiempo, ellos van a la escuela como todos los niños, y sobretodo viven de esa nueva realidad: tener un hogar, un "alguien" que los espera cada día y se interesa con amor por ellos. En las vacaciones escolares van a sus casas, y ahí también hay "alguien" que se interesa porque esa familia sea una familia mejor. El santuario de la Virgen es para ellos una capillita donde pueden pasar siempre a rezar, sobretodo porque saben que esas personas que los aman, tienen ahí, en el corazón de María, un centro de amor y de renovación espiritual.

Estaban en la calle ... ¡y ahora tienen un hogar!

¡Felicidades!


Además, aquí les envío más fotos de nuestros chicos, de la fiesta, etc. para que se entretengan con nosotros!


En la foto: al lado del altar, se encontraba la Reina de nuestra nueva casa. Con ella al mando, todo irá bien ... !


En la misa de inauguración. Pueden ver los celebrantes. En el centro: P. Edwin Germann, provincial suizo. A la izquierda: P. Rodrigo, P. Claudio (disculpen a Jean Pierre que iba pasando, y disculpen al fotográfo (principiante) que no repitió la foto). A la derecha: P. Deo (fundador de María Ayuda-Burundi) y P. Feliciano.


Innocent cuando se estaba construyendo la casa. Está preparándose para la "ducha". Con ese inmenso lavatorio, se va a tirar agua sobre la cabeza, o sobre todo el cuerpo.


Este es Yafet. Muy contento con un globo en el día de la inauguración.


Floriberto tomándose una Fanta. A su lado Trino, un amigo.


Este es Dany. Muchas veces se ha escapado. Esperemos que algún día se sienta a gusto cien por ciento con nosotros.


Este es Daniel Sepúlveda, dentista, chileno, schoenstattiano de Concepción, voluntario (soltero sin compromiso, por si acaso). En la foto aparece con Lievin y Enock.


Este es Dany, en un día de excursión.


Aquí ven la carpa de la fiesta, que pusimos para la inauguración.


En la inauguración tuvimos la alegría y el honor de contar con la presencia de la Ministra de la Solidaridad Nacional. Detrás, en segundo plano, P. Edwin Germann, provincial de la Provincia Suiza.


P. Paul Zingg, superior de nuestra filial de Burundi,
en el momento del discurso de agradecimiento a todos los que han colaborado.

A todos los que han colaborado, a los que colaboran, y a los que colaborarán: muchas gracias !

Y ahora para finalizar, los dejo con un video de 60 segundos. Se trata de una canción que nuestros niños presentaron en la fiesta. Se llama: "Los niños de la calle".
Para los que quieren cantar el estribillo (en Kirundi naturalemente), aquí lo tienen:
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/: Nirirwa mw'ibarabara
nkarara mw'ibarabara :/

Kubera ntagira iyo nja,
kubera ntagira iyo mva.
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Para los que no entendieron nada, (je, je!) la canción en castellano dice así

/: Día y noche yo estoy en la calle :/
porque yo no sé donde ir,
y porque yo no tengo un lugar de origen (no tengo hogar alguno).

Y Uds. los burundeses, la gente dice que en Burundi hay gente inteligente,
Uds. me pueden decir entonces, cuando dejarán de decirme que soy un niño de la calle, para que no pierda la esperanza, para tener una dignidad como los otros niños?
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Aquí tienen el video: disfrútenlo!